sábado, 30 de enero de 2016

NO MALGASTÉIS LA PALABRA «PAZ»


Banksy, Soldiers Painting Peace

LABOR

Paz para la pluma y para el aire.
Paz para el papel y para el fuego.
Paz para la palabra y para la tierra.
Paz para el pan y para el agua.
Paz para el amor y para la causa.
Paz para el pensamiento y para el camino.
Paz para la semilla y para el átomo.
Paz para la obra y para el hombre.

 

Blas de Otero



En fecha como la de hoy, en que celebramos el Día Escolar de la No Violencia y de la Paz, y en tiempos tan convulsos como los que vivimos, este poema de Mario Benedetti, «Las palabras», nos invita a reflexionar sobre el mal uso y el abuso al que someten a algunas palabras los políticos, los medios de comunicación y aquellos intresados en desvirtuar o manipular los significados de algunas palabras, especialmente aquellas que hacen referencia a los valores que sustentan las bases de nuestra convivencia: la libertad, la igualdad y la pazUn poema que invita a pensar.
Y para seguir reflexionando sobre el significado que le damos a la palabra paz, ¿qué os sugieren el poema de Blas de Otero  y la pintura de Banksy que encabezan estas líneas?

LAS PALABRAS


No me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si usted habla de progreso
nada más que por hablar
mire que todos sabemos
que adelante no es atrás

si está contra la violencia
pero nos apunta bien
si la violencia va y vuelve
no se me queje después

si usted pide garantías
sólo para su corral
mire que el pueblo conoce
lo que hay que garantizar

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si habla de paz pero tiene
costumbre de torturar
mire que hay para ese vicio
una cura radical

si escribe reforma agraria
pero sólo en el papel
mire que si el pueblo avanza
la tierra viene con él

si está entregando el país
y habla de soberanía
quién va a dudar que usted es
soberana porquería

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

no me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
si dice revolución.

jueves, 28 de enero de 2016

VIVIR EN LOS PRONOMBRES

Después de haber hecho tantos ejercicios sobre los pronombres, este poema de Pedro Salinas, poeta de la Generación del 27, nos descubre el verdadero sentido que encierra esta categoría gramatical: la posibilidad de nombrar a los enamorados, a la amada y al amado. Pertenece este poema a su obra La voz a ti debida, un maravilloso libro de poesía amorosa.



Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres! 


Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».