jueves, 26 de noviembre de 2015

«YERMA» DE GARCÍA LORCA POR EL TEATRO DEL NORTE

No hay en el mundo fuerza como la del deseo 
Hoy hemos asistido a la representación de Yerma, la tragedia de Federico García Lorca, en la versión de la compañía Teatro del Norte, dirigida por Etelvino Vázquez. La representación ha sido excelente y así ha sido valorada por todos los alumnos de 2º de Bachillerato. 
Para completar la actividad os dejo las palabras que escribió el director y actor Etelvino Vázquez para el programa de mano de la obra. Son una invitación para seguir reflexionando sobre los temas que plantea Yerma. Las citas que encabezan su texto también resultan muy sugerentes.
«El deseo es una pregunta de la que nadie conoce la respuesta» 
(Luis Cernuda)
«Pero no quiero mundo ni sueño, voz divina,
quiero mi libertad, mi amor humano
en el rincón más oscuro de la brisa que nadie quiere.
¡Mi amor humano!» 
 (Federico García Lorca)
«Siempre nos quedará una tremenda duda: ¿no será que Yerma ha abandonado la realidad y está dispuesta, en la reclusión forzada de la cárcel, a seguirse creyendo capaz de engendrar a un hijo? Separada de las gentes, convertida en una presidiaria y situada en una viudez inacabable, podrá contarse a sí misma esa terrible mentira» 
 (Ildefonso-Manuel Gil)

Si Yerma hubiera existido en realidad, si su historia la hubiese extraído Federico de las páginas de “El Caso”, como Bodas de sangre, sin duda esta mujer, debido a la gran cantidad de atenuantes, no estaría recluida en la cárcel tras el asesinato, sino en el manicomio. Y ahí, en ese hipotético manicomio (¡qué lugar tan próximo al teatro!), es donde situamos nuestra Yerma. Una mujer enajenada que, noche tras noche, recibe en su celda a los fantasmas del pasado; que, noche tras noche, revive y rehace en su mente el asesinato de su marido.

¿Y por qué ese cambio del presente al pasado, del mundo rural al manicomio?

Porque tal vez nada de aquello ocurrió en realidad, todo fue un sueño, una pesadilla que Yerma sufrió la misma noche de su boda, lo que quiere decir que aún hay tiempo para la esperanza, que quizás, tras esa noche, las cosas sean de otro modo; que no todos los sueños, como en la antigua tragedia griega, son premoniciones de algo que ha de cumplirse inexorablemente. Pero también puede ser que todo haya ocurrido en el pasado, porque no existió ninguna posibilidad de diálogo entre Yerma y su marido, y el remordimiento de lo no cumplido, de lo que pudo ser y no fue, le acompaña sin cesar, día y noche, para toda la vida.

El ansia de vida de Yerma frente a la imposibilidad de vida de las personas que la rodean, el eterno conflicto entre la realidad y el deseo. ¿Puede haber tema más actual y a la vez más eterno?

miércoles, 25 de noviembre de 2015

«PROVERBIOS Y CANTARES» DE ANTONIO MACHADO (2)

La serie de «Proverbios y cantares» de Nuevas canciones (1924) de Antonio Machado ofrece diferencias importantes con relación a la de Campos de Castilla, tanto en el contenido como en la forma y el tono. Junto a temas que aparecían en Campos de Castilla, adquieren ahora especial desarrollo los temas de la persona, la identidad y la fraternidad: el “yo” (o su máscara), el “tú”, el “otro” (o el complementario), la “amistad”,… Se manifiesta en estos poemas su deseo de superar el individualismo y sintonizar con los otros. Formalmente, los poemas son más breves, más escuetos. Muestra su gusto por los versos de los cantes andaluces, especialmente la soleá o soledad.
Os dejo esta muestra para que podáis compararla con la de Campos de Castilla.

I
El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.

IV
Mas busca en tu espejo al otro,
al otro que va contigo.

VIII
Hoy es siempre todavía.

XV
Busca a tu complementario,
que marcha siempre contigo,
y suele ser tu contrario.

XXIV
Despacito y buena letra:
el hacer las cosas bien
importa más que el hacerlas.

XXIX
Despertad, cantores:
acaben los ecos,
empiecen las voces.

XXXVI
No es el yo fundamental
eso que busca el poeta,
sino el tú esencial.

L
Con el tú de mi canción
no te aludo, compañero;
ese tú soy yo.

LIII
Tras el vivir y el soñar,
está lo que más importa:
despertar.

LXVI
Poned atención:
un corazón solitario
no es un corazón.

LXXI
Da doble luz a tu verso,
para leído de frente
y al sesgo.

LXXXI
Si vivir es bueno,
es mejor soñar,
y mejor que todo,
madre, despertar.

LXXXV
¿Tu verdad? No, la Verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela.

LXXXVI
Tengo a mis amigos
en mi soledad;
cuando estoy con ellos
¡qué lejos están!

XCIV
Doy consejo a fuer de viejo:
nunca sigas mi consejo.

XCV
Pero tampoco es razón desdeñar
consejo que es confesión.

XCVI
¿Ya sientes la savia nueva?
Cuida, arbolillo,
que nadie lo sepa.

XCVIII
Tu profecía, poeta.
-Mañana hablarán los mudos:
el corazón y la piedra.

XCIX
-¿Mas el arte?...
-Es puro juego,
que es igual a pura vida,
que es igual a puro fuego.
Veréis el ascua encendida.

martes, 24 de noviembre de 2015

«PROVERBIOS Y CANTARES» DE ANTONIO MACHADO (1)

Os dejo una selección de «Proverbios y cantares» de Campos de Castilla (1917) de Antonio Machado. En esta sección del libro recoge sus meditaciones sobre los enigmas del hombre y del mundo: el paso del tiempo, la muerte, Dios, el yo, la creación poética,... Son poemas en los que se aprecia su afición a la filosofía (el gusto por los proverbios, los aforismos, las sentencias filosóficas y morales) y su fervor por las coplas populares (para él, los cantares son puras efusiones líricas).
Acompañan estos poemas las excelentes versiones musicales que de ellos hicieron Paco Ibáñez y Joan Manuel Serrat.




I
  Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.

IV
  Nuestras horas son minutos
cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender.

XXI
  Ayer soñé que veía
a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía...
Después soñé que soñaba.

XXIII
  No extrañéis, dulces amigos,
que esté mi frente arrugada.
Yo vivo en paz con los hombres
y en guerra con mis entrañas.

XXVIII
  Todo hombre tiene dos
batallas que pelear.
En sueños lucha con Dios;
y despierto, con el mar.

XXIX
  Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino:
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

XXXVII
  ¿Dices que nada se crea?
No te importe; con el barro
de la tierra, haz una copa
para que beba tu hermano.


XXXVIII
  ¿Dices que nada se crea?
Alfarero, a tus cacharros.
Haz tu copa, y no te importe
si no puedes hacer barro.

XLI
  Bueno es saber que los vasos
nos sirven para beber;
lo malo es que no sabemos
para qué sirve la sed.

XLIV
  Todo pasa y todo queda;
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

XLV
  Morir... ¿Caer como gota
de mar en el mar inmenso?
¿O ser lo que nunca he sido:
uno, sin sombra y sin sueño,
un solitario que avanza
sin camino y sin espejo?

XLVI
  Anoche soñé que oía
a Dios gritándome: ¡Alerta!
Luego era Dios quien dormía,
y yo gritaba: ¡Despierta!

L
 —Nuestro español bosteza.
¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío?
Doctor, ¿tendrá el estómago vacío?
—El vacío es más bien en la cabeza.

LIII
  Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
 

jueves, 19 de noviembre de 2015

PALABRAS, SINTAGMAS Y ENUNCIADOS

Os dejo los tres esquemas que hemos ido elaborando y explicando en clase en el tema de las unidades de la lengua. No olvidéis que uno de los trabajos más importantes de los estudiantes es aprender a organizar y clasificar toda la información que se va recibiendo para poder estudiarla posteriormente de una manera más sistemática y clara.

martes, 17 de noviembre de 2015

«NOCTURNO» DE RUBÉN DARÍO

Rubén Darío
Os dejo para leer un poema de Cantos de vida y esperanza (1905), además de los comentados en clase («Canción de otoño en primavera», «Lo fatal», «Melancolía»). Se titula «Nocturno», título que Rubén Darío empleó también para otros poemas y que revela el gusto romántico por  la noche.
En este poema, además de tratar el tema del insomnio, busca a los lectores cómplices que han sufrido como él el dolor, la amargura existencial, la nostalgia, la frustración,..., los sentimientos que constantemente afloran en todo el libro y que resultan tan diferentes de los percibidos en Prosas profanas.
 


 NOCTURNO

         Los que auscultasteis el corazón de la noche,
los que por el insomnio tenaz habéis oído
el cerrar de una puerta, el resonar de un coche
lejano, un eco vago, un ligero rüido...

         En los instantes del silencio misteriosos,
cuando surgen de su prisión los olvidados,
en la hora de los muertos, en la hora del reposo,
¡sabréis leer estos versos de amargor impregnados!... 

         Como en un vaso vierto en ellos mis dolores
de lejanos recuerdos y desgracias funestas,
y las tristes nostalgias de mi alma, ebria de flores,
y el duelo de mi corazón, triste de fiestas. 

         Y el pesar de no ser lo que yo hubiera sido,
y la pérdida del reino que estaba para mí,
el pensar que un instante pude no haber nacido,
¡y el sueño que es mi vida desde que yo nací!

         Todo esto viene en medio del silencio profundo
en que la noche envuelve la terrena ilusión,
y siento como un eco del corazón del mundo
que penetra y conmueve mi propio corazón.