miércoles, 3 de diciembre de 2014

JARCHAS, CANTIGAS DE AMIGO Y VILLANCICOS

Bailarina que figura en un manuscrito
medieval de la Biblioteca Nacional de París.
Imagen tomada de Bibliotheca Augustana

tanto amare tanto amare

habîb tanto amare

enfermeron olios nidios

e dolen tan male

 

Jarcha del siglo XI

 [¡Tanto amar, tanto amar,
amigo, tanto amar!
¡Enfermaron unos ojos brillantes
 y duelen tan mal!]


Los poemas de la lírica popular de la Edad Media, anónima y oral, han podido ser conocidos gracias a que los poetas cultos, cautivados por su belleza, decidieron recogerlos por escrito. Los poetas árabes y hebreos, en los siglos XI a XIII,  decidieron poner al final de sus poemas, llamados moaxajas, las cancioncillas de amor, jarchas, que cantaban los mozárabes. Los poetas gallego-portugueses también se inspiraron en las canciones de amigo que cantaba el pueblo y escribieron poemas del mismo corte en los siglos XII a XIV. Los poetas castellanos cultos emprendieron la misma labor con los villancicos ya en el siglo XV.
Jarchas, cantigas de amigo y villancicos comparten rasgos temáticos y estilísticos entre sí y con otras composiciones similares del resto de Europa. Son canciones de amor en las que por lo general una muchacha se queja ante un ser querido (madre, hermana) por la ausencia del amado (habibi en las jarchas, amigo en las cantigas). Los versos, que son de arte menor y se agrupan en estrofas no muy largas, destacan por la expresividad de sus palabras y por tener un ritmo muy marcado.

Podéis escuchar algunas de estas canciones en los siguientes enlaces:

  • ¡Ay, que non hay! Poema interpretado por el grupo Hespérion XX, dirigido por Jordi Savall.

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