lunes, 29 de abril de 2013

UN PASEO POR LA PRENSA DIGITAL

La prensa digital se ha convertido desde hace unos años en el medio de comunicación más completo que existe. Su soporte, Internet, le ha permitido enriquecer enormemente lo que es la prensa en papel y sumarle características de los otros medios (la inmediatez de la radio o el lenguaje audiovisual de la televisión).
Las señas de identidad de la prensa digital son su carácter multimedia, la hipertextualidad, la interactividad y la virtualidad. 
  • Es multimedia: incluye textos, imágenes, audios y vídeos.
  • Se basa en la hipertextualidad: presenta hipertextos, es decir, textos que enlazan o remiten al lector a otros textos que le sirven para ampliar la información.
  • Es interactiva: permite al usuario convertirse en autor expresando sus opiniones en los foros, enviando material propio o seleccionando el tipo de información que desea recibir.
  • Es virtual: rompe las barreras del espacio y del tiempo ya que no es necesario acudir a un lugar para adquirir la publicación y se puede consultar en cualquier momento. La prensa digital se caracteriza por la posibilidad de ir actualizando sus contenidos constantemente, lo que le da inmediatez (como la radio) y le permite una continua reelaboración.
El periódico digital presenta todas las secciones que pueden leerse en la prensa tradicional (secciones fijas como internacional, nacional, cultura, deportes; o secciones variables como ciencia, salud, nuevas tecnologías,...), con la ventaja de que se puede acceder a cada una de ellas desde la página inicial. 
La prensa digital presenta al igual que la tradicional diferentes géneros periodísticos: informativos (noticias, reportajes), de opinión (editorial, artículo de opinión, críticas especializadas, cartas al director) y mixtos (crónicas, entrevistas). Además incluye otros géneros que el periódico de papel no posee: foros de debate, chats, encuestas, entrevistas en línea, infografías animadas o blogs.
Vamos a navegar por las páginas de algunos de los periódicos digitales para familiarizarnos con este medio de comunicación y descubrir cómo están organizados (sus secciones) y qué diferentes tipos de textos nos ofrecen (sus géneros periodísticos).
En tu cuaderno de clase deberás responder a estas cuestiones sobre el periódico que tú elijas de los cinco que hemos visitado:
  • ¿Es igual la portada del periódico digital que la del periódico de papel? Razona tu respuesta.
  • ¿Cuál es la información más importante del día? ¿Cómo se destaca?
  • ¿Se resaltan las informaciones ocurridas recientemente?
  • Además de textos escritos, ¿hay fotografías, ilustraciones, dibujos, audios o vídeos? ¿Hay galerías de fotos? ¿Y de vídeos?
  • ¿Qué secciones aparecen en el periódico digital?
  • ¿Qué secciones no aparecen en la prensa tradicional?
  • Busca ejemplos de noticias, entrevistas, crónicas, críticas y artículos de opinión.
  • Busca ejemplos de infografías y de blogs que tenga el periódico.
  • Señala qué tipos de servicios ofrece al usuario (pronóstico del tiempo, sorteos, juegos,...)
  • ¿Qué espacios permiten la participación del lector?
  • ¿Has aprendido algo nuevo con esta actividad de lectura de la prensa digital?

viernes, 26 de abril de 2013

MUSEO DE LOS HORRORES: LEÍSMO, LAÍSMO, LOÍSMO, DEQUEÍSMO

A propósito del estudio de los complementos del verbo hemos presentado en clase de 2º de E.S.O. algunas de las incorrecciones lingüísticas más frecuentes que oímos y leemos en castellano: unas tienen que ver con la confusión en el uso de los pronombres personales de tercera persona (leísmo, laísmo, loísmo) y otra con el uso incorrecto de la preposición de ante la conjunción que cuando no es necesaria (dequeísmo). Todas ellas forman parte de lo que el Centro Virtual Cervantes llamó El museo de los horrores (en este enlace los más curiosos podéis consultar otros usos incorrectos frecuentes en nuestra lengua).
En estas oraciones encontraréis las incorreciones lingüísticas ejemplificadas. A continuación leeréis la explicación. 
(1) *Ese libro le he leído ya.
(2) *La he dado el encargo.
(3) *A tu amigo lo dieron un permiso.
(4) *Opina de que no es posible.
  • Leísmo: empleo de le o les en lugar de lo o los, es decir, usar para el complemento directo la forma propia del indirecto (1). La Real Academia de la Lengua, debido a su gran uso, admite el empleo de le como complemento directo cuando hace referencia a persona de sexo masculino.
  • Laísmo: empleo de la o las en lugar de le o les, esto es, usar para el complemento indirecto femenino la forma propia del complemento directo (2).
  • Loísmo: uso de lo o los en lugar de le o les, es decir, emplear para el complemento indirecto la forma propia del complemento directo (3).
  • Dequeísmo: empleo incorrecto de la preposición de ante la conjunción que cuando el verbo no admite esta preposición (4). 
Podéis completar la entrada resolviendo estos ejercicios interactivos de Proyecto Aula: loísmo, laísmo, leísmo.

miércoles, 24 de abril de 2013

LA NOVELA SEGÚN DELIBES

Miguel Delibes nos dejó en varios textos sus ideas acerca de la novela. Recojo a continuación algunas de sus opiniones sobre qué es para él la novela, cómo han de tratarse sus diferentes elementos compositivos y cuál ha de ser la función de este género literario. Estas son las ideas que dan sentido a la labor de cincuenta años que abarca su trayectoria literaria, desde La sombra del ciprés es alargada (1948) a El hereje (1998).

Definición de novela
«En toda novela debe haber, al menos, tres elementos: un hombre, un paisaje y una pasión».

«Novelar o fabular es narrar una anécdota, contar una historia. Para ello se manejan una serie de elementos: personajes, tiempo, construcción, enfoque, estilo. A mi ver, con estos elementos se pueden hacer todas las experiencias que nos dé la gana..., todas menos destruirlos, porque entonces destruiríamos la novela».

La materia de las novelas
«El novelista auténtico se nutre de la observación y la invención tanto como de sí mismo. El novelista auténtico tiene dentro de sí, no un personaje, sino cientos de personajes. De aquí que lo primero que el novelista debe observar es su propio interior. En este sentido, toda novela, todo protagonista de novela, lleva en sí mucho de la vida del autor. Vivir es un constante determinarse entre diversas alternativas. Mas, ante las cuartillas vírgenes, el novelista debe tener la imaginación suficiente para recular y rehacer su vida conforme otro itinerario que anteriormente desdeñó. Imaginativamente puede, pues, recrearse. Por aquí concluiremos que por encima de la potencia inventiva y del don de observación, debe contar el novelista con la facultad de desdoblamiento: no soy así pero pude ser así. Dar testimonio, en una palabra, no sólo de lo que le ha ocurrido, sino de lo que podría haberle ocurrido en cada caso y cada circunstancia».

Los personajes
«Yo doy a mis personajes un lugar preponderante entre todos los elementos que se conjugan en una novela. Unos personajes que vivan de verdad relegan, hasta diluir su importancia, la arquitectura novelesca, hacen del estilo un vehículo expositivo cuya existencia apenas se percibe y pueden hacer verosímil el más absurdo de los argumentos».

Técnica y estilo
«Cada novela requiere una técnica y un estilo. No puede narrarse de la misma manera el problema de un pueblo en la agonía (Las ratas), que el problema de un hombre acosado por la mediocridad y la estulticia (Cinco horas con Mario). El primer quehacer del novelista, una vez elegido el tema es, pues, acertar con la fórmula, y el segundo, coger el tono [...] Resueltos estos problemas, la temperatura de creación -que algunos llamaron musa, e inspiración otros- no puede negársenos. En ese momento han de entrar en juego los recursos selectivos del novelista para eliminar lo accesorio. Quiero decir que una vez en posesión de la fórmula (técnica) y cogido el tono (estilo), lo difícil no es hacer una novela larga, una novela río, sino decir lo que queremos decir con el menor número de palabras posible».

Función de la novela y del novelista
«La novela no puede permanecer anclada en su antigua misión de entretener a la burguesía, pero yo pienso que mayor interés aún que los experimentos formales tienen las innovaciones de fondo. La novela, hoy, antes que divertir -para esto ya están el cine comercial y la televisión-, debe inquietar. Es, tal vez, el instrumento más directo de que disponemos para barrenar la oronda seguridad de una burguesía satisfecha».

«Nuestra misión consiste en criticar, molestar, denunciar, aguijonear al sistema de hoy y al de mañana porque todos los sistemas son susceptibles de perfeccionamiento, y esto, a mi ver, sólo puede hacerse desde una conciencia libre, sin vinculaciones políticas concretas».

[Los textos están tomados de su diario de 1970 Un año de mi vida y de las conversaciones mantenidas por el autor con el periodista César Alonso de los Ríos].

LA OBRA LITERARIA DE MIGUEL DELIBES

Os dejo este vídeo de la U.N.E.D, con guion de Ana María Freire y Amparo Medina-Bocos, que recorre la trayectoria literaria de Miguel Delibes, como introducción a la figura del escritor vallisoletano.
 
Otros enlaces para profundizar en la vida y obra de Miguel Delibes son estos:

viernes, 19 de abril de 2013

LA NOVELA SOCIAL DE LOS CINCUENTA

Fruto de los cambios que se van produciendo en los años cincuenta (fracaso de la autarquía, incipiente apertura al exterior, primeros atisbos de oposición al régimen,...) va a nacer una nueva forma de hacer novela, la novela social, que reproduce fielmente la realidad que quiere retratar (es realista) y busca de manera más o menos explícita una intención social (denuncia la desigualdad, la miseria, el atraso o la falta de libertades).
Los temas más recurrentes de estas novelas son la infructuosidad de los esfuerzos del pueblo y la soledad social. La problemática social del momento en toda su amplitud se recoge en estas novelas: las duras condiciones de la vida en el campo, el atraso económico y cultural de España, la emigración que llega a las ciudades, la miseria y la marginación de los suburbios, la vida insustancial de la burguesía,... 
Las novelas sociales van a presentar como rasgos característicos la multiplicación de diferentes acciones narrativas, la presencia de un protagonista colectivo y la condensación temporal y espacial. Para presentar estas acciones, personajes y marcos escénicos los novelistas emplearán dos tipos de enfoques distintos: el objetivismo y el realismo crítico. El realismo crítico pretende realizar en la novela una denuncia social explícita de todo aquello que narra, con interpretaciones y valoraciones del autor. Por contra, el objetivismo se presenta sin ninguna aparente intervención del autor. El enfoque objetivista adopta la postura del «autor-cámara» imparcial, la técnica del «magnetofonismo» en la transcripción de los diálogos y el estilo directo y desnudo de la crónica.
Los principales autores objetivistas o próximos al objetivismo son Rafael Sánchez Ferlosio, Juan García Hortelano, Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos  y Carmen Martín Gaite. Entre los novelistas del realismo crítico destacamos a Armando López Salinas, Jesús López Pacheco, José Manuel Caballero Bonald y Juan Goytisolo.

Os dejo en este enlace la presentación que preparé para explicar en clase la novela social española de los años cincuenta.


Cuando estudiéis en «Historia» la España de estos años seguro que entenderéis mejor todo lo que hemos comentado en clase. Para que conozcáis otros testimonios artísticos de esos años os dejo las fotografías que acompañan esta entrada, que fueron realizadas por el director aragonés Carlos Saura en aquellos años, y unos enlaces a las magníficas películas de Luis García Berlanga: Bienvenido Míster Marshall (1953), Plácido (1961) y El verdugo (1963).



martes, 16 de abril de 2013

PASCUAL, ANDREA Y PEDRO: NARRADORES SOLITARIOS Y ANGUSTIADOS

Entre las novelas españolas publicadas en la década de los años cuarenta, tras la Guerra Civil, destacan tres obras que inauguran una nueva forma de novelar:
  • La familia de Pascual Duarte (1942) de Camilo José Cela
  • Nada (1945) de Carmen Laforet
  • La sombra del ciprés es alargada de Miguel Delibes
Los tres títulos se desmarcaban de las novelas triunfalistas de la época: presentaban protagonistas desarraigados, desorientados, angustiados que contrastaban con  los héroes idealizados de las novelas falangistas y estaban escritos con un estilo opuesto a la prosa retórica y grandilocuente de la novela triunfalista.
Los protagonistas de las tres novelas (Pascual, Andrea y Pedro) son la expresión y el reflejo amargo de la vida cotidiana, intentan expresar una problemática existencial que gira en torno a temas como la inadaptación, la soledad, la frustración y la muerte. Los tres comparten además la condición de narradores protagonistas en primera persona con lo que su testimonio vital llega de forma directa al lector.
Pascual Duarte es un campesino extremeño condenado a muerte que ha vivido una vida marcada por el origen familiar (padres monstruosos, infancia sórdida, un hermanito anormal a quien un cerdo le come las orejas y termina ahogado en una tinaja de aceite) y el medio (condicionado por la pobreza extrema y la incultura).  Su relato está plagado de desgracias y de violencia.
Andrea, la protagonista de Nada (título tan del gusto de los existencialistas), nos narra su estancia en Barcelona en casa de unos familiares para estudiar en la Universidad. La expectación inicial pronto se termina al vivir en un ambiente sórdido y mezquino, que solo trae el desencanto y la incomunicación.
Pedro es un hombre confuso, hipersensible, apasionado, insólito, a quien las muertes de amigos y familiares van sumiendo en el pesimismo y la desesperanza.
Las tres novelas, cuyos fragmentos iniciales reproducimos después de más información, ilustran muy bien las problemáticas individuales de seres normales y corrientes que se debaten entre la soledad y la frustración en un mundo marcado por la miseria moral y material, por la violencia de la guerra, por la falta de sentido y de ideales y por la incertidumbre de los destinos humanos. Espero que alguna de las tres os llame la atención y la podáis leer una vez que acaben todos los exámenes.

viernes, 12 de abril de 2013

REDACTAR UN TEXTO EXPOSITIVO BREVE

Después de leer y estudiar varios textos expositivos, es hora de redactar uno propio.
Antes de escribir
Para empezar debes repasar y tener presentes las principales características de esos textos: la intención explicativa, el enfoque objetivo en el tratamiento de la información, la claridad expresiva, su estructura básica formada por introducción, desarrollo y conclusión. Estos rasgos deberán ser tenidos en cuenta a la hora de escribir el texto.
Partimos de un supuesto: la directora del instituto te propone, como estudiante de segundo de E.S.O., la redacción de un texto de unas treinta líneas en el que se recojan las principales informaciones que deben conocer los padres de alumnos de sexto de Primaria sobre la Educación Secundaria Obligatoria: edades de los alumnos, cursos, materias que se imparten, pruebas ordinarias y extraordinarias, promoción de curso, repetición de curso, titulación, itinerarios académicos al finalizar la etapa,... El texto formará parte de un folleto informativo del instituto.
En primer lugar debes buscar información sobre el tema en la página web del instituto  y en otras fuentes.
Desde el comienzo del proceso de redacción hay que tener en cuenta quiénes van a ser los destinatarios del texto, los padres, como queda ya apuntado.
También es importante elaborar un guion o un esquema que recoja los aspectos que se van a tratar y que se adapte al modelo de estructura estudiado en los textos expositivos.
A la hora de escribir
Prepara un borrador del escrito en el que presentes en cada párrafo una idea principal y vayas aportando los datos, informaciones y ejemplos que creas que son más importantes.
Desecha aquellas informaciones que no resulten importantes: tacha lo que no convenga. Preocúpate por la forma de expresar claramente todo aquello que consideras básico en la exposición.
Revisar y corregir
Una vez elaborado el primer borrador, es momento de revisar (intención del texto, adaptación  al destinatario, estructura,...) y corregir (ortografía, puntuación, léxico empleado, repeticiones de palabras, sintaxis,...).
Redacción definitiva
Prepara tu texto definitivo, escrito a mano y presentado de forma limpia y adecuada. La fecha de entrega del texto es el próximo 24 de abril. Junto a la versión final debes entregar los borradores utilizados.

miércoles, 10 de abril de 2013

LOS TEXTOS PRESCRIPTIVOS VISTOS POR CORTÁZAR

Entre los textos expositivos estudiamos un tipo particular de texto que llamamos prescriptivo, esto es, que sirve para señalar órdenes o para indicar cómo se hace algo. El texto prescriptivo tiene como objetivo enseñar o guiar al receptor en la consecución de determinada acción o realización de alguna actividad. 
Textos prescriptivos son las recetas de cocina,  los manuales de instrucciones o los prospectos de los medicamentos porque informan del proceso de realización de una actividad. También son textos prescriptivos aquellos que sirven para señalar órdenes, tal y como se hace en un reglamento de régimen interno, en unas normas de convivencia o en una ley.
Seguramente os resultará fácil seleccionar y encontrar ejemplos de textos prescriptivos y redactar alguno sobre alguna actividad cotidiana un tanto compleja.

Os dejo dos textos de Julio Cortázar, pertenecientes al exquisito libro Historias de cronopios y de famas, que aprovechan de manera imaginativa y personal la estructura de los textos prescriptivos. Son una extraordinaria muestra del poder creativo de los grandes autores y un ejemplo de cómo los textos literarios poseen la capacidad de fecundar cualquier texto y darle una nueva vida.
En el libro encontraréis también instrucciones para llorar, para cantar, para matar hormigas en Roma, para entender pinturas famosas,...

Instrucciones para subir una escalera

Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.

Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).

Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.


Instrucciones para dar cuerda al reloj


Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

Instrucciones para dar cuerda al reloj
Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.
¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.